La usabilidad de oferta
La usabilidad de saldo o «discount usability» está más de moda que nunca. Nació en contra de los principios aceptados en su tiempo, este mes cumple veinte años
Un producto es el resultado de su proceso de creación, y de la misma manera que a nadie se le ocurriría contratar a un arquitecto cuando la obra está casi terminada, el diseño de iteración no es un ingrediente de última hora.
Cuanto más tarde aparezca el diseño en un producto, menor es su impacto y mayor su coste.
La usabilidad como componente del diseño, no tiene como fin reparar los errores de un mal diseño o proyecto, sino ayudar a definirlo desde el inicio, identificando lo importante para los usuarios del producto.
Es aún muy común que quien contrata los servicios de «profesionales de la usabilidad» desconozca lo que eso significa, qué debe exigir, o lo que va a obtener. Es habitual que tenga el producto terminado o diseñado, que no tenga unos objetivos, que carezca de una adecuada metodología de trabajo en diseño o que pretenda unos plazos irreales.
Con este panorama, no es de extrañar que la usabilidad de saldo o «discount usability» esté más de moda que nunca. La calidad del software mejoraría de forma exponencial cuanto mayor conocimiento y uso de estas técnicas se tuviera en el sector de la tecnología. Otras industrias con más experiencia y tiempo en el mercado sí que lo saben, sobre todo las empresas más competitivas.
Realmente para realizar pruebas de calidad de un producto no necesitas contratar a nadie ni comprar ningún aparato o programa especial, cualquiera puede realizar pruebas. Es obvio que cuanto mejor sea la metodología y los profesionales, mejores resultados vas a obtener, pero un mal test de usuario es mejor que ninguno.
Este mes se cumplen 20 años desde que Jakob Nielsen presentara en el congreso HCI International 89 su ponencia Usability Engineering at a Discount señalando los componentes de su usabilidad de descuento:
- Test simplificados con usuarios
- Uso de sencillos prototipos
- Evaluación heurística
Unas ideas que nacieron de la necesidad de aplicar metodologías en entornos que no contaban con grandes presupuestos, toda una herejía en ese momento.
Siendo importante el método, lo más importante es la meta. ¿Qué camino es mejor para mi negocio? ¿Qué quiero conseguir? ¿Cuál es mi objetivo? Preguntas esenciales antes de iniciar un proyecto y que algunos «expertos» no cuestionan, tan preocupados como están en vender lo que sea y de los que no tienes ninguna seguridad de que su trabajo reporte un resultado.
El diseño y la calidad
El diseño no es arte, es conocimiento empírico fundamentado con datos. El diseño debe ser rentable para tu negocio y es hoy más estratégico que nunca si quieres proporcionar valor en tus productos.
Identificar lo que realmente importa de un producto, hacerlo fácil, efectivo, eficiente y satisfactorio es el fin último de un buen diseñador. Tan equivocado es pensar que sólo con diseño gráfico tienes un buen producto como esperar que un «experto en usabilidad» arregle tu producto con un informe.
Referencias:
- Nielsen, J. (2009) Discount Usability: 20 Years, useit.com
- UPA (2009) 2009 UPA Salary Survey, usabilityprofessionals.org
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