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Generar inteligencia

Adaptándote a las circunstancias del entorno, observando y experimentando

septiembre de 2000

Hay cinco principios para construir una empresa donde se genere inteligencia y adaptabilidad a las circunstancias del entorno a partir de lo que los individuos ven, observan y experimentan en su entorno próximo:

1. Más es diferente: hay una «masa crítica» de agentes precisa para que emerja inteligencia. Por ejemplo, en mi opinión, en una empresa pequeña es difícil que emerjan espontáneamente nuevas ideas (a no ser que todos sus miembros sean de la «clase creativa».

2. La ignorancia es útil: mejor tener unas pocas reglas en la comunicación entre agentes que sistemas muy complicados de signos y procedimientos. Mejor que establecer un código muy estricto de conocimiento, estimular la creación libre de ideas a partir de unos pocos principios. Véase el siempre referente de 3M: puedes dedicar el 15% de tu tiempo a pensar en lo que quieras, tenga o no relación con aquello en lo que ahora estás trabajando.

3. Estimular los encuentros casuales: de la química casual entre la gente emergen ideas y grupos de trabajo creativos. Hay que facilitar que las personas y los departamentos se conozcan y se hablen. Todo el que esté al día en gestión del conocimiento sabe que ahora el tema caliente son los «eventos de socialización» que estimulan el intercambio de ideas y conocimiento: la innovación a través de la conexión social.

4. Observar con atención los signos e interpretar los patrones: no podemos cerrar las persianas de la empresa. Fuera hay una realidad que hay que observar cada día. Entre otras cosas, hay que preguntar a los clientes, qué opinan, qué quieren.

5. Presta atención a tus vecinos: la información local genera conocimiento global. Con quién te comparan, con quién te puedes aliar, etc.

Richard Florida comenta en el libro The rise of the creative class que el verdadero legado de la «nueva economía» es que «redirigió una fuerte pasión por el cambio en el ámbito de lo social y lo político hacia el mundo de los negocios». Dicho de otra forma, una parte esencial de la «promesa» de la nueva economía era que «podíamos cambiar la forma en que las empresas trabajaban» aportando más pasión y creatividad.

Yo creo que otro modelo es posible: menos jerárquico, menos sometido a «la facturación como única motivación» del comportamiento de la organización, más participativo.

Pero para que este nuevo modelo surja quizás es preciso que:

Un apunte final: todo esto no sería posible si no empezáramos a tener nuevas herramientas que permiten trabajar mejor en red.

 

referenciaCornellá, A. (2000) infonomia.com

 

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