Al crear software la elaboración de textos es subestimada frecuentemente en favor de la programación. Por esa causa fracasan muchos proyectos aunque estén muy bien programados.

Los principiantes sucumben frecuentemente a la falsa idea de que un «diseño atractivo» o un par de trucos publicitarios harán interesante un producto.

En una tienda electrónica la mayoría de los visitantes quieren conocer más sobre los productos que los nombres y sus precios. Y aunque sea una página personal los usuarios quieren conocer algo sobre ti.

Elaborar contenidos es costoso, cuidar los contenidos y actualizarlos no lo es menos. Cuando planifiques un proyecto debes tener presente los siguientes puntos:

Contenidos que ya existen

¿De dónde provienen los primeros contenidos? ¿hay textos disponibles? ¿son rentables? ¿hay un catálogo de la empresa, artículos, archivos, bancos de datos? ¿son esas fuentes realmente adecuadas? ¿tienen que ser evaluadas las fuentes?

Nuevos contenidos

¿Quién proporciona los contenidos? ¿quién hace las traducciones? ¿quién se encarga de la edición? ¿tienen que ser accesibles? ¿los atienden redactores o proveedores? ¿quién puede publicar contenido?

Mantenimiento

¿Quién se responsabiliza de actualizar y correguir los contenidos? ¿quién repara los enlaces a otras páginas que no funcionan?

Ver todos los artículos