La calidad de un producto es una mejora continua y afecta a todas las personas involucradas en el proceso

Algunas empresas piensan que contratar a un buen diseñador de software resolverá todos los problemas de su web, intranet o aplicación, y no pueden estar más equivocados.

Las empresas deben entender que ese cambio hacia la calidad de producto TOCA a TODAS las personas involucradas en el proceso.

Los expertos en gestión empresarial utilizan la palabra japonesa Kaizen para describirlo: Kai «cambio» y Zen «para algo bueno». Juntas significan «mejora continua».

El objetivo del Kaizen es la eliminación de actividades que añaden costes y no aportan valor.

Kaizen no es despedir a personal, para eso hay otra palabra: Kaiaku que significa «cambios a peor». Kaizen es, ante todo, respeto a las personas, y sin respeto no hay mejora posible.

Otras empresas de pronto deciden que nada vale y proponen un Kaikaku: mejora radical en cualquier actividad.

Decidan lo que decidan, es curioso como estos principios son similares a los del diseño de iteración: hacer al usuario el centro del desarrollo de productos.

Un trabajo que no corresponde sólo al diseñador.

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