Cuando tus clientes tienen la opción de elegir y comparar tu producto con otros, la usabilidad se convierte en uno de los factores de éxito

La usabilidad no es brillo superficial que pueda ser aplicado a última hora en un producto. La usabilidad está afectada por cada decisión en desarrollo, DEBE acompañar al producto desde el principio.

Desde el momento en que tus clientes-usuarios tengan la opción de elegir, y comparar tu producto con otros, la usabilidad se convierte en uno de los factores que hacen que tengas o no éxito. La usabilidad está en el corazón de la competitividad.

Puede que en el pasado, cuando aparecía el primer software, los productos se diferenciaran por su funcionalidad, y es posible que hubiese clientes que aceptaran dedicar tiempo en entender cómo usar tu producto. Eso ya no vale.

Hoy las diferencias entre los productos se difuminan, las diferencias de funcionalidad no son suficientes para destacar entre la competencia.

Muchos gestores aún piensan que «fácil de usar» es sólo un reclamo de marketing. Muchos diseñadores se centran más en lo que el producto puede hacer que en cómo lo utilizan sus clientes.

Para asegurar que tu producto es usable tienes que:

• Involucrar a usuarios en el proceso de desarrollo.
• Dirigir las decisiones de diseño y desarrollo según las necesidades de tus usuarios.
• Trabajar con equipos y especialistas en usabilidad, diseño de interfaz y comunicación.
• Establecer objetivos de usabilidad.

Los objetivos de usabilidad tienen que ser ESPECÍFICOS: no vale justificar la usabilidad con un informe que contenga las palabras «amigable» o «pensando en el usuario».

Los objetivos tienen que CUANTIFICARSE y ser EVALUADOS con usuarios reales, si no, te engañas o tu consultor te toma el pelo.

Demuestra por qué tu diseño es bueno, es la mejor forma de evitar la «usability-ficción» tan común en la industria.

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